Las enfermedades dentales no tienen que ver únicamente con los dientes sino que también con las encías, siendo estas muy importantes puesto que constituyen prácticamente “los cimientos de una casa”; de nada sirve hacerse un blanqueamiento dental o intentar un implante de dientes, si es que las encías que sostienen la sonrisa están en mal estado de salud.
Existen varias formas de darse cuenta de que las encías no están siendo cuidadas como corresponde y que en consecuencia, se está sufriendo de una Enfermedad Periodontal (EP). Entre los síntomas de esta patología, se encuentran la inflamación de la encía, sangrado al momento de cepillar o pasar hilo dental, movimiento de la dentadura o retracción de los tejidos.
Causas y soluciones
Los causantes más comunes de una encía lesionada y Enfermedad Periodontal, son el aumento de flora bacteriana en la boca, tabaco en exceso, deficiencia en la higiene oral, alteraciones hormonales, medicamentos determinados y enfermedades como la diabetes C.
Por supuesto que hay formas de evitar todos esos problemas y conservar encías sanas. Para ello, es importante evitar el consumo en exceso de azúcares refinados, no consumir alimento que tengan temperaturas extremas, evitar malos hábitos como el alcohol, tabaquismo y drogas, y cómo no, cepillarse los dientes cada vez que se coma y utilizar los artículos de aseo necesarios.
Ahora bien, si se siguen todas estas indicaciones e igualmente presentas problemas, es posible que haya una predisposición genética, la cual es imposible de evitar; en estos casos, así como en todos los otros, es acudir a una clínica dental que pueda darnos el curso de acción a seguir, tratamientos y medidas preventivas para mantener la salud bucal.
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